Mejor conocida como “la niña bonita del Caribe” Cartagena de Indias es una ciudad cargada de encanto. La calidez de su gente, se fusiona con paisajes de encanto, buena gastronomía, arquitectura colonial y el ritmo musical que invade todas sus calles, teniendo esto en cuenta, no sorprende pensar que la ciudad se haya convertido en uno de los destinos más visitados en todo el país.
La cantidad de atractivos disponibles demanda una visita extensa. Es por ello que, ante un viaje rápido, conviene disponer de la guía que ofrecen agencias como Cartagena Tours. Dejar en manos especializadas la planeación del itinerario se convierte en la mejor alternativa para maximizar el disfrute.
Irse de excursión para conocer playas paradisíacas
Si bien la ciudad consiguió ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a su legado cultural y arquitectónico, nadie puede poner en duda que el mayor atractivo de Cartagena son sus idílicas playas.
Incluso en las visitas más cortas, ningún visitante puede privarse de pasar al menos un día de disfrute bajo el sol y refrescarse en las cristalinas aguas del Caribe.
La mejor parte, es la posibilidad de conocer las islas del Rosario y Playa Blanca. Para garantizar la satisfacción, conviene acudir al servicio de alquiler lancha Cartagena, sus paquetes se ajustan a la medida de las necesidades, el tiempo y los gustos de los turistas.
Conocer de historia y cultura en el casco central
Cartagena es la ciudad colombiana más famosa y bonita, su fundación data de 1533 por el español Pedro de Heredia. “La Ciudad Heroica” fue uno de los puertos de mayor importancia del imperio, la riqueza de su tierra se invirtió en la construcción de obras que hoy representan importantes joyas arquitectónicas.
Las amuralladas callejuelas del casco antiguo no sólo representan la evolución de la ciudad, también sirven de emplazamiento a plazas y decenas de restaurantes perfectos para disfrutar del ambiente caribeño y la más deliciosa gastronomía local.
La vida nocturna no se queda atrás, en el mismo centro histórico sobran los lugares en los que el ritmo se apodera del entorno y despierta el deseo de quemar calorías bailando en la pista.
Recorrer el barrio de Getsemaní
Aunque Cartagena de Indias está repleta de lugares pintorescos, ninguno se compara con Getsemaní. Emplazado en las afueras de las murallas, el barrio reúne la esencia de la ciudad: casas de coloridas fachadas, arte urbano, negocios locales, vendedores de frutas, música y niños jugando por doquier.
Lejos del bullicio y la aglomeración de los turistas, ofrece bonitos hostales en los que hospedarse sin pagar demasiado, así como una amplia selección de bares y restaurantes.
Subir al Castillo de San Felipe de Barajas
Ninguna visita a la ciudad está completa sin un paseo por la edificación que adorna la cima del cerro de San Lázaro. Construido por los españoles en el año 1657, la colosal fortificación brindó protección frente a los ataques de Francia e Inglaterra.
El recorrido es propicio para conocer el monumento a los zapatos viejos en honor al poeta local Luis Carlos López.
El castillo es una de las siete maravillas de Colombia, mientras su interior alberga cañones originales de la época y la red de túneles deja perplejo a cualquiera, las adyacencias son perfectas para capturar las mejores panorámicas de la zona.
Pasar la tarde en el Parque Bolívar
Después de conocer la Iglesia y fotografiar los balcones de las casas coloniales, la cita obligada es en uno de los rincones más bonitos imprescindibles que ver. El parque urbano debe su nombre a la gigantesca estatua ecuestre de El Libertador Simón Bolívar que reposa en su centro.
En torno a la obra de arte, se encuentran importantes edificios que también conviene visitar, como la Catedral de Santa Catalina de Alejandría –con su colorida cúpula y sobrio interior– y el Palacio de la Inquisición que funciona como Museo y Archivo Histórico.