El precio del café arábica ha alcanzado un nivel histórico este miércoles, marcando un hito significativo para la industria cafetera colombiana. La libra de arábica, variedad que se cultiva en Colombia y se cotiza en la Bolsa de Nueva York, alcanzó los 3,20 dólares, un precio que no se veía desde 1977. Este aumento representa casi un 70% más que a principios de año, cuando el precio rondaba los 1,90 dólares.
Este incremento en los precios tiene un impacto directo en lo que se le paga a los caficultores colombianos por su producto, aunque no depende únicamente de la cotización internacional. El precio interno del café en Colombia toma en cuenta variables de mercado global, incluyendo un sobreprecio por el diferencial de calidad colombiano y la tasa de cambio.
Según el analista John Plassard, el alza en los precios se debe principalmente a la reducción en la oferta de café en América Latina y en algunos países africanos. «Las previsiones de producción no son muy buenas para los próximos seis meses», subrayó Plassard. Adicionalmente, factores geopolíticos como las interrupciones en el transporte marítimo en el Mar Rojo, posibles aranceles estadounidenses tras la elección de Donald Trump, y la futura regulación de la Unión Europea sobre deforestación han influido en el mercado.
En este contexto de incertidumbre, los agricultores están optando por vender lo mínimo necesario, lo que limita aún más la oferta de café, según Guilherme Morya de Rabobank. Este fenómeno también afecta a Vietnam, el mayor productor de café robusta, utilizado en café instantáneo. Esta variedad, cotizada en Londres, ha alcanzado alrededor de 5.200 dólares por tonelada, con un récord de 5.829 dólares en septiembre, un precio no visto desde 2008.
El aumento de los precios del café repercutirá en los consumidores, que verán incrementos en el costo de su café. «Está claro que esto va a tener un gran impacto» desde principios del próximo año, cuando las empresas negocien sus contratos de café, indicó Plassard. Empresas como Nestlé y J.M. Smucker ya han anunciado aumentos en los precios de sus productos de café y ajustes en el tamaño de las dosis.
Este fenómeno resalta la importancia de la industria cafetera para la economía colombiana y la necesidad de adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado global.