José Antonio Galán ( 1749 – 1782) Nació en una comunidad de Charalá – Santander, hijo de Martín Galán ( un español pobre) y Paula Francisca Zorro (indígena campesina) quienes se dedicaban principalmente a la agricultura en su humilde hogar. Desde muy pequeño José Antonio Galán empezó a trabajar con sus padres en los cultivos de Tabaco, donde se caracterizó por poseer entusiasmo y a la ves demostró sus cualidades de líder.
Se caso con Toribia Berdugo con quien tuvo dos hijas, más tarde participo en la asonada contra el corregidor de Charalá defendiendo los derechos de los indígenas guanes, por este hecho fue castigado y condenado a prestar servicio militar en Cartagena, donde alcanzo el grado de cabo y adquirió conocimientos y destrezas en el mundo de las armas y la guerra.
Su deseo siempre fue salir del ejercito de la corona, sin embargo, nunca tuvo respuesta positiva que le permitiera a su salida, razón por la cual decidió huir y arribar a mediados de 1780 a Charalá, su pueblo natal, en aquel entonces empezaban las protestas en contra de los altos impuestos que mes a mes azotaba la economía de los campesinos, sumado a esto la situación se agravó por las nuevas medidas implantadas por los borbones, siendo este el detonante para que el pueblo se revelara ante el poder Español.
En 1781 se dio la insurrección del socorro, donde Manuela Beltrán había arrancado un edicto que fijaba nuevos impuestos, estos actos hicieron que la rebelión se expandiera por la región, y al mismo tiempo se empezó a formar el ejercito Comunero (Rebelión de los comuneros) el cual lidero José Antonio Galán junto con el general Francisco Bermeo.
Galán realizo una campaña militar a lo largo del rio magdalena en contra de los españoles y los hacendados, bajo el lema «¡Unión de los oprimidos contra los opresores!» en estos territorios declaro libres de tributo a los campesinos indígenas y dio libertad a los esclavos negros.
el 16 de junio de 1781 José Antonio Galán y su ejercito compuesto por 300 o 400 hombres armados con picas, lanzas, machetes y algunas armas de fuego, arriban a Guaduas, en esta población Galán conoce las Capitulaciones de Zipaquirá (acuerdo firmado por el líder rebelde Francisco Bermeo), sin embargo, Galán continuo con su acción Rebelde afirmando que las capitulaciones eran un engaño para el pueblo.
De esta manera José Antoni Galán Continuo su camino llegando hasta Zipaquirá, Chiquinquirá y finalmente Soata donde fue interceptado, capturado y puesto en prisión junto con sus compañeros de lucha. El 30 de enero de 1782 se publico la sentencia de muerte la cual rezaba así:
… Condenamos a José Antonio Galán a que sea sacado de la cárcel, arrastrado y llevado al lugar del suplicio, donde sea puesto en la horca hasta cuando naturalmente muera; que, bajado, se le corte la cabeza, se divida su cuerpo en cuatro partes y pasado por la llamas (para lo que se encenderá una hoguera delante del patíbulo); su cabeza será conducida a Guaduas, teatro de sus escandalosos insultos; la mano derecha puesta en la plaza del Socorro, la izquierda en la villa de San Gil; el pie derecho en Charalá, lugar de su nacimiento, y el pie izquierdo en el lugar de Mogotes; declarada por infame su descendencia, ocupados todos sus bienes y aplicados al fisco; asolada su casa y sembrada de sal, para que de esa manera se dé olvido a su infame nombre y acabe con tan vil persona, tan detestable memoria, sin que quede otra que la del odio y espanto que inspiran la fealdad y el delito.
La sentencia se cumplió el 1 de febrero de 1782, pero al no haber un verdugo idóneo José Antonio Galán fue fusilado y posteriormente desmembrado tal cual dictaba la sentencia de su juicio.